Cómo mejorar el estilo de vida
Todos llevamos un estilo de vida determinado. Pero éste tiene un impacto en nosotros y en nuestra salud general mayor de lo que pensamos. Así que tiene sentido intentar llevar una vida lo más sana posible. Pero estamos lejos de ello. Solemos llevar una vida muy poco saludable. A todas luces, nos hacemos daño a nosotros mismos.
En primer lugar, básicamente anteponemos la comodidad a todo lo demás. Aunque nos perjudique. De hecho, existe una base evolutiva para ello, y la comodidad ha sido tanto una seguridad como, por tanto, una ventaja evolutiva para nosotros. Por eso los amantes de la comodidad eran más propensos a reproducirse.
Hoy, sin embargo, no es tan ventajoso como parece. Representa el camino de menor resistencia, la solución más fácil, pero definitivamente no es la mejor. Por ejemplo, las comidas rápidas suelen ser poco saludables. No moverse también es cómodo, pero está claro que no favorece la salud.
Así que está claro que debemos hacer algo al respecto. Pero en la mayoría de los casos no es fácil. Muchos de nosotros tenemos trabajos sedentarios que nos agotan mentalmente, no físicamente. La fatiga mental tiene las mismas limitaciones que la física y sólo es un poco más difícil recuperarse de ella. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Lo fundamental es darse cuenta de que no hay ningún problema, que es el mayor obstáculo. Pocas personas están dispuestas a salir de su zona de confort y admitir que algo va mal. Y para entonces puede ser demasiado tarde. Por eso es bueno pensar en la prevención.
Empiece por controlar su dieta. ¿Es realmente buena? ¿O hay margen de mejora? También puede revisar sus niveles de ejercicio. También hay que saber que la limpieza no merece realmente la pena. Desde luego, no es fácil, pero merece la pena intentarlo. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá.